Aquí os dejamos un Artículo escrito por nuestro Director y Co-Fundador Javier Orús Lacort para la la sección de Economía y Negocios del Heraldo de Aragón, publicado el 10 de Noviembre de 2019.
¡Esperamos que os guste!
Reproducimos aquí el texto publicado:
La Revolución Digital en la que estamos inmersos hoy en día está transformando tanto la Sociedad en la que vivimos, como las Empresas en las que trabajamos. A todas luces nos puede parecer una transformación compleja de abordar pero que, si lo pensamos fríamente, no deja de ser una revolución tecnológica más, una de las muchas que ha tenido que hacer frente la Humanidad a lo largo de su Historia.
Pongamos un poco de contexto histórico, pues para entender la situación actual es imprescindible saber de dónde venimos y a dónde vamos. Si nos remontamos a la Primera Revolución Industrial, la Máquina de Vapor, el Ferrocarril y los Barcos de Vapor propiciaron un salto tecnológico sin precedentes, sustituyendo la fuerza animal que se había utilizado durante siglos por maquinaria, posibilitando pasar de una economía rural a una economía urbana, industrializada y mecanizada. Esto seguro supuso un gran dilema para nuestros antepasados, pero también una gran oportunidad. Tuvieron que hacer frente a muchos cambios, teniéndose que adaptar a ellos tanto desde el punto de vista social como empresarial y sabiendo sacar el máximo partido de la nueva situación que se les planteaba.
Si seguimos avanzando, después alcanzamos la Segunda Revolución Industrial, donde gracias a la aparición del Gas, el Petróleo y la Electricidad se dio otro salto tecnológico cualitativo. En esta época se empezó a fabricar en líneas de ensamblaje, dando ya lugar a conceptos como la Logística o la Cadena de Suministro. La aparición del avión y el automóvil, o del teléfono y la radio, dieron lugar a la Primera Globalización, pues la Economía se internacionalizó: hasta entonces lo que ocurría en un lugar del mundo apenas tenía impacto económico en otro lugar muy distante. Eso ya cambió para siempre y también tuvimos que encajarlo en nuestro día a día.
Más adelante, con la irrupción de las primeras computadoras, se produjo la Primera Ola de las Tecnologías de la Información, que permitió automatizar muchos procesos de negocio, tanto de producción como de gestión, haciéndolos mucho más efectivos y, sobretodo, más eficientes. Seguidamente, con la aparición de Internet, llegó la Segunda Ola de las Tecnologías de la Información, que propició que esas computadoras que hasta entonces habían estado aisladas, pudieran “entenderse” entre ellas. La llegada de Internet ya trajo implícitamente otra forma adicional de hacer negocios, pues las Compañías vieron claramente que debían tener presencia en la red. Famoso fue el dicho aquél que decía: “Si no estás en Internet, no existes” y muy pronto vieron la luz los primeros portales de venta online, empezando a cambiar hábitos de consumo y de búsqueda de información.
Y de repente ha llegado la Revolución Digital, propiciada por múltiples factores que han confluido a la vez, principalmente relacionados con las Tecnologías de la Información, como por ejemplo la “Datificación” de prácticamente todo aquello que hacemos hoy en día a todos los niveles, la gran capacidad de computación y almacenaje de Datos en la Nube, la capacidad
de realizar Analíticas Avanzadas de Datos con tecnologías basadas en la Inteligencia Artificial y el Big Data, el desarrollo de la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada, el avance del Internet de las Cosas, la “hiperconexión” de la Sociedad y de las Compañías, los smartphones, las redes sociales, etc.
Tenemos un gran reto delante nuestro, pues ésta es nuestra “Revolución Industrial”, pero seguro que no es menor que el que tuvieron nuestros antecesores en las suyas. Hay un denominador común en todas ellas: la Tecnología del momento cambió tanto la Sociedad como los Modelos de Negocio existentes hasta entonces para permitirnos avanzar.
Análogamente, esta Revolución Digital no significa sólo un cambio tecnológico, sino estratégico: Las Empresas no necesitan una “Estrategia Digital”, sino una “Estrategia de Negocio” para la Era Digital en la que nos encontramos.
Nadie nos planteamos hoy en día que la Máquina de Vapor, las Computadoras o Internet no se hubieran utilizado como palancas para desarrollar Modelos de Negocio, haciéndolos más eficientes, más escalables y aumentando sus ventas. La gran diferencia de nuestra “Revolución Industrial” con las anteriores es el ritmo al que se suceden los hechos, pues los avances se suceden a gran velocidad y tenemos que estar preparados para poder subirnos al tren. Eso sí, teniendo en cuenta que este “tren” ya va a 300 Km/h, no traccionado por una Máquina de Vapor.
